octubre 21, 2025
Profundización en los desafíos climáticos y los roles locales hacia la COP30
La Conferencia Climática Internacional (CCI25) celebrada en Córdoba, Argentina, marca un paso importante en la discusión global – con implicancias locales – sobre el cambio climático. En un contexto en que la urgencia de la acción climática resulta cada día más evidente, la CCI25 ha abordado áreas clave como la acción climática subnacional, la transición energética y la economía circular, apuntando hacia una hoja de ruta que guiará a los representantes hacia la COP30 que se celebrará en Brasil en noviembre de este año. Este análisis profundizamos en las principales conclusiones de la conferencia y los desafíos que emergen para el sector privado y las políticas públicas, con un enfoque claro en las oportunidades de innovación y acción global.
La Acción Climática Subnacional: un pilar imprescindible en el contexto global
Uno de los grandes avances de la CCI25 fue el reconocimiento explícito de la importancia de los gobiernos subnacionales, especialmente los gobiernos locales y regionales, en la gestión de la acción climática. A nivel global, la respuesta de los gobiernos nacionales es variada: en muchos casos, la lentitud en la adopción de políticas climáticas efectivas pone en riesgo el cumplimiento de los acuerdos internacionales. Frente a este panorama, los gobiernos subnacionales están demostrando que tienen la capacidad de implementar políticas climáticas concretas y adaptadas a las realidades locales, lo que puede tener un impacto directo y tangible en la mitigación de los efectos del calentamiento global.
La firma de un acuerdo histórico entre los gobernadores de varias provincias argentinas y más de 120 intendentes subraya cómo las autoridades locales están asumiendo el liderazgo en el compromiso por la descarbonización y la adaptación a los efectos del cambio climático. Este acuerdo no solo refleja un avance en la toma de decisiones, sino también un reconocimiento de que la acción climática subnacional es una herramienta clave para generar impactos a nivel regional.
El desafío aquí es que los gobiernos subnacionales generalmente carecen de los recursos y capacidades técnicas necesarias para implementar políticas climáticas de manera efectiva. La COP30 debe incluir compromisos específicos para garantizar que los gobiernos locales reciban financiamiento adecuado y capacitación técnica para desarrollar e implementar proyectos de mitigación y adaptación que no solo beneficien a sus territorios, sino que también contribuyan al cumplimiento de los compromisos globales de mitigación y adaptación. Sin el respaldo de políticas claras a nivel internacional, la agenda climática global no alcanzará su máximo potencial.
Transición energética: descarbonización profunda y obstáculos financieros
La transición energética continúa siendo uno de los temas más críticos en la agenda hacia el desarrollo sostenible. Según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el sector energético representa más del 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Por lo tanto, la aceleración de la descarbonización del sector energético es fundamental para alcanzar los objetivos climáticos globales. Sin embargo, el costo inicial de las inversiones en energías renovables y tecnologías de almacenamiento sigue siendo una barrera considerable, especialmente para países en desarrollo y mercados emergentes.
Durante la CCI25, se reconoció la disminución en los costos de las energías renovables, lo que representa una oportunidad para acelerar la transición hacia una economía libre de combustibles fósiles. Sin embargo, este avance técnico necesita ser acompañado de voluntad política y financiamiento adecuado para asegurar la viabilidad económica de los proyectos renovables en mercados con alta dependencia de los combustibles fósiles.
Para que la transición energética sea efectiva, los gobiernos y el sector privado deben alinearse en la creación de marcos regulatorios más flexibles y eficientes que faciliten el acceso a la financiación de proyectos renovables, así como el desarrollo de infraestructuras críticas de almacenamiento de energía. En la COP30, será esencial que los países desarrollados asuman la responsabilidad de proporcionar financiamiento climático a las economías emergentes, lo que contribuiría a reducir las desigualdades en el acceso a las energías limpias.
Economía Circular: replanteando el modelo de producción y consumo global
En la CCI25, se discutió la necesidad urgente de avanzar en el modelo de economía circular para combatir la sobreexplotación de recursos naturales y la creciente producción de residuos. Este modelo propone una transición desde el tradicional enfoque lineal de «tomar, hacer, desechar» hacia un sistema en el que los recursos sean reutilizados, reciclados y remanufacturados, minimizando el desperdicio y cerrando el ciclo de vida de los productos.
En sectores clave como la industria, la construcción y la tecnología, la economía circular ofrece no solo una forma de mitigar los efectos del cambio climático, sino también una oportunidad para innovar en procesos productivos y desarrollar nuevos productos que respondan a las exigencias de sostenibilidad.
El principal desafío es que la adopción de la economía circular requiere una transformación profunda de los modelos de negocio tradicionales, lo que implica un cambio de mentalidad tanto en las empresas como en los consumidores. La creación de incentivos fiscales y marcos regulatorios que apoyen esta transición es crucial. Las empresas deben invertir en investigación y desarrollo para diseñar productos que no solo sean más sustentables, sino también económicamente viables. Además, se deben mejorar los sistemas de reciclaje y gestión de residuos, lo que requiere una colaboración más estrecha entre los sectores público y privado.
Biodiversidad: integrando la protección ambiental en las estrategias empresariales
La pérdida de biodiversidad es un fenómeno crítico que, a menudo, se subestima en las discusiones sobre cambio climático. La degradación de los ecosistemas naturales no solo reduce la capacidad de la Tierra para regular el clima, sino que también incrementa la vulnerabilidad de las comunidades a los desastres naturales. En la CCI25, se destacó cómo los sectores productivos, especialmente agricultura, pesca y explotación forestal, deben integrar la gestión sostenible de los recursos naturales como una estrategia clave en sus operaciones.
El sector privado tiene un papel decisivo en la protección de la biodiversidad. Desde HINS, creemos que las empresas no solo deben minimizar su impacto ambiental, sino también adoptar un enfoque proactivo en la restauración de ecosistemas. La COP30 debe establecer medidas claras para proteger las áreas críticas de biodiversidad, promoviendo una cooperación más estrecha entre gobiernos, empresas y comunidades locales para asegurar la preservación de los ecosistemas clave.
Consensos hacia la COP30
De cara a la COP30, el mundo enfrenta desafíos urgentes y multifacéticos. La acción climática no puede ser una responsabilidad aislada de los gobiernos, sino que debe involucrar de manera activa a las empresas, las comunidades locales y la sociedad civil. Desde HINS, entendemos que el sector privado tiene un rol fundamental no solo en la transición hacia un modelo energético limpio, sino también en la creación de un sistema económico regenerativo y resiliente, que sea capaz de adaptarse a los impactos del cambio climático y reducir su huella ambiental.
La COP30 debe ser el punto de inflexión donde se adopten compromisos concretos, apoyados por financiamiento adecuado y marcos regulatorios claros, que permitan a todos los sectores de la sociedad avanzar hacia un futuro más sostenible y próspero para las generaciones futuras.