El sector empresarial se enfrenta a presiones cada vez mayores para aumentar la ambición respecto a la sustentabilidad y la acción climática. Esto ha llevado al sector a acelerar la implementación de acciones orientadas a reducir el impacto de sus procesos y actividades.
Organizaciones a nivel nacional y provincial, han comenzado a emprender estrategias de acción climática en alianza con HINS Energía, por lo que la empresa prevé un aumento sostenido para el 2023, en el número de organizaciones que abordarán e incluso reforzarán su compromiso con la transición hacia la sustentabilidad.
Cerramos el primer año “post-pandemia”. Un año donde vimos volver los grandes eventos con público (como la Copa del Mundo), el comercio internacional sin restricciones, y el turismo transnacional; incluso en el marco de plataformas de negociación internacional (como la Conferencia de las Partes – COP – de Cambio Climático y la COP de Biodiversidad, pospuesta desde hace 2 años por la pandemia), volvió a habilitarse con normalidad la movilización de miles de personas de todo el mundo para participar en las conferencias.
Fue así también un año “piloto” para analizar y responder a distintas tendencias y necesidades globales, en particular, nuestro vínculo con el ambiente y el tipo de planeta en el que viviremos nosotros y las futuras generaciones. El COVID-19 ha profundizado el llamado, que hace años viene haciendo la ciencia, a repensar los modelos de desarrollo y abordar de manera urgente la transición hacia la sustentabilidad.
En este sentido, la necesidad de una reactivación post-pandemia que no viniera acompañada de un aumento exponencial en la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ha llevado al sector empresarial a acelerar la implementación de acciones orientadas a reducir el impacto de sus procesos y actividades.
¿Qué tendencias se vienen para el 2023 en materia de sustentabilidad?
Cambios en las normativas y los mercados
El sector empresarial se enfrenta a presiones cada vez mayores por aumentar la ambición y proactividad respecto a la sustentabilidad y la acción climática por parte de sus juntas directivas, inversionistas, clientes y colaboradores. Asimismo, la creciente normativa a nivel provincial, nacional e internacional está obligando a las empresas a medir y gestionar diversos indicadores ambientales vinculados a sus productos y servicios; desde los materiales involucrados hasta las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas en los procesos.
Durante el 2023 veremos un aumento en las precondiciones para la importación; tanto en forma de barreras arancelarias para productos con un alto impacto, como de pre-requisitos ambientales para acceder a distintos mercados, como es el caso de Estados Unidos, la Unión Europea y distintos países de Asia.
En el caso de Argentina, comenzarán a presentarse los Planes Provinciales de Respuesta al Cambio Climático, en el marco de la ley nacional 27.520. Esto llevará a una creciente presión a nivel subnacional sobre el sector industrial y productivo, en aras a reducir las emisiones y alinearse a los compromisos asumidos por el país a nivel internacional.
En el caso de Córdoba esta tendencia se refleja principalmente en la creciente promoción de la economía circular y la gestión integral de RSU. Asimismo, la provincia cerró el año con una experiencia piloto de valorización y comercio de reducciones de emisiones derivadas de distintos proyectos en la órbita del Ministerio de Servicios Públicos.
Cambios en la forma de hacer las cosas
De acuerdo a un estudio realizado por IBM, la sustentabilidad ocupa un lugar cada vez más destacado en las agendas corporativas, donde cerca del 40% de los “CEOs de todo el mundo dicen que es una de sus principales prioridades, un 37% más que en 2021″.
Esta tendencia se refleja a nivel nacional y provincial, donde organizaciones como Pirelli, P&L, Tassaroli, Grupo La Barranca, EPEC (la Empresa Provincial de Energía de Córdoba), entre otras, han comenzado a abordar estrategias de sustentabilidad y acción climática en alianza con HINS Energía.
La empresa prevé un aumento sostenido para el 2023, en el número de organizaciones que abordarán e incluso reforzarán el compromiso con la transición hacia la sustentabilidad.
En este sentido, destacan el aumento exponencial en las empresas que han solicitado calcular su huella de carbono e incluso diseñar estrategias y planes de acción orientados a reducir las emisiones, aumentar la eficiencia de los procesos y gestionar de manera integral el flujo de materiales y los residuos generados.
Carlos Villar, Presidente de HINS Energía explica que “las empresas durante el 2022 han podido ver de primera mano cómo estos modelos son cada vez más necesarios y urgentes, al mismo tiempo que han mejorando ampliamente su rentabilidad”. “La idea de que la sustentabilidad es mala para los negocios es un mito que se está derrumbando, hoy por hoy no tiene ningún sustento y lo hemos visto con cada organización con la que hemos trabajado” destaca.
Transición energética
En este contexto, una dimensión que ha cobrado particular relevancia es la transición energética hacia fuentes renovables. El sector energético es responsable por más del 70% de las emisiones de GEI a nivel global, de acuerdo a datos del World Resources Institute. Esto ha situado al sector como la principal herramienta en la lucha contra el cambio climático.
Previo al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y la consecuente falta de gas a nivel internacional, el mundo ya había comenzado a girar hacia las energías renovables; aumentando su porcentaje de participación en las matrices energéticas, principalmente en el contexto europeo. Si bien la crisis de combustibles ha supuesto serios retrocesos en esta tendencia en países como Alemania y Estados Unidos, otras grandes potencias como China, Japón, India o Brasil han reforzado su apuesta por las energías renovables tanto solar y eólica, como por los biocombustibles en el caso de Brasil.
En el caso de Argentina, el país se ha posicionado históricamente como uno de los principales productores de hidrocarburos de la región; llevando a que la matriz energética se base principalmente en energías fósiles.
Sin embargo, la crisis energética y climática ha motivado a los gobiernos y diferentes organizaciones del sector público y privado a desarrollar estrategias orientadas a aumentar la eficiencia y el uso de energías renovables como respuesta a la necesidad de diversificar la matriz. En este contexto, un modelo innovador ya implementado en la Provincia de Córdoba es la Generación Distribuida Comunitaria (GDC), la cual permite la generación de energía limpia de manera asociativa.
Estos elementos, sumados a la sistemática quita de subsidios a la energía, han vuelto a los proyectos de energías renovables cada vez más competitivos y rentables, reduciendo sustantivamente el tiempo de recupero de las inversiones.
Como podemos ver, el 2023 será clave en la apuesta por la sustentabilidad y el sector empresarial tendrá un rol fundamental en la construcción de un futuro sostenible.