octubre 21, 2025
Cada vez más empresas declaran ser carbono neutrales. Pero ¿qué pasa cuando ese objetivo se vuelve un techo y no un punto de partida? Proponemos una mirada regenerativa e integral de la acción climática empresarial.
La neutralidad de carbono ya no alcanza
En los últimos años, el concepto de “neutralidad de carbono” se volvió casi un estándar en los planes de acción climática del sector privado. Muchas organizaciones se propusieron metas ambiciosas “carbono neutral en 2030” como parte de sus estrategias de sustentabilidad. Pero en la práctica, vimos cómo ese enfoque muchas veces se tradujo en soluciones rápidas: compra de bonos de carbono o acciones puntuales que no transforman realmente los modelos de negocio.
Desde HINS, creemos que es momento de dar un paso más profundo. Si queremos tener un rol real frente al cambio climático, tenemos que dejar atrás los atajos y repensar cómo diseñamos nuestras estrategias: con más ciencia, más regeneración y más visión de largo plazo.
Más allá del carbono: pensar en términos de clima y regeneración
La reducción de emisiones es clave, pero no puede ser el único objetivo. La acción climática efectiva tiene que combinar tres dimensiones:
🔹Mitigar con datos y objetivos basados en ciencia.
🔹Adaptarnos al contexto climático que ya cambió.
🔹Regenerar los ecosistemas de los que depende nuestra producción.
El cambio de paradigma es claro. Iniciativas como Climate Resilient Development o Science Based Targets for Nature nos muestran que hay que mirar más allá del carbono. Incorporar temas como biodiversidad, agua, uso del suelo y servicios ecosistémicos en nuestros planes ya no es opcional.
¿Y en Argentina? Riesgos reales, capacidades concretas
Sabemos que estamos expuestos a eventos climáticos extremos, crisis hídricas, presión energética y pérdida de suelos productivos. Pero también tenemos oportunidades muy concretas:
🔸Energías renovables que ya están en expansión.
🔸Regiones clave para restaurar biodiversidad.
🔸Equipos técnicos en PyMEs e industrias que pueden innovar con rapidez.
Integrar resiliencia climática a las decisiones diarias no es solo una cuestión ambiental: es una ventaja competitiva para acceder a financiamiento, exportar, atraer talento y reducir vulnerabilidades.
Tecnología y sustentabilidad: ¿qué estamos ignorando?
Últimamente vimos cómo las herramientas de inteligencia artificial generativa, como los generadores de imágenes o chatbots, se volvieron parte de nuestras rutinas. Pero en paralelo, también se empezó a hablar del impacto oculto que estas tecnologías tienen: consumo energético y, sobre todo, consumo de agua.
El entrenamiento y funcionamiento de estos modelos necesita centros de datos con refrigeración intensiva. Eso significa que cada vez que usamos IA generativa, estamos utilizando recursos reales – incluyendo agua dulce -, algo especialmente crítico en regiones con estrés hídrico.
Como empresas que apostamos a la innovación, no podemos dejar de ver ese lado. Tenemos que sumar criterios ambientales también a nuestras decisiones digitales: cómo elegimos proveedores tecnológicos, dónde alojamos nuestros datos, qué herramientas usamos y con qué frecuencia.
Cinco decisiones que podemos tomar hoy
Desde nuestra experiencia en acompañar organizaciones hacia modelos más sustentables, proponemos cinco acciones clave para salir del enfoque limitado de neutralidad y avanzar hacia una transformación real:
✔️Redefinir nuestras metas climáticas
Establecer objetivos basados en ciencia, priorizando la reducción directa y no solo la compensación.
✔️Evaluar riesgos climáticos físicos y transicionales
Incluir escenarios de cambio climático en nuestra planificación estratégica: infraestructura, logística, operaciones.
✔️Invertir en soluciones basadas en la naturaleza
Restaurar ecosistemas, manejar suelos de forma regenerativa, cuidar cuencas hídricas. Lo natural también es infraestructura.
✔️Diseñar productos y procesos circulares
Cerrar ciclos de materiales, reducir residuos, vincularnos con actores locales para valorizar lo que hoy descartamos.
✔️Medir y gestionar el impacto digital
Entender la huella ambiental de nuestras decisiones tecnológicas: qué usamos, cuánto consumimos, cómo lo optimizamos.
Transformar en serio: un camino que también es una oportunidad
La sustentabilidad que necesitamos ya no puede ser superficial ni declarativa. Si queremos tener un rol real en la transición climática, tenemos que transformar nuestras operaciones, nuestra cultura y nuestras decisiones tecnológicas. Lo que hacemos hoy define si somos parte del problema… o parte de la solución.
En HINS acompañamos a quienes eligen ese camino. Porque sabemos que una empresa regenerativa es más fuerte, más preparada y más conectada con el futuro que queremos construir.