Cuando hablamos de la lucha contra el Cambio climático (CC), hay dos términos que siempre resaltan por su importancia en este gran desafío, la mitigación y la adaptación. En general, se suelen tratar como elementos separados y diferentes, pero en realidad se encuentran estrechamente interconectados. Particularmente, la mitigación del CC hace referencia a todo conjunto de acciones, tecnologías, estrategias y políticas que ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), al mismo tiempo que se conservan y amplifican los sumideros de carbono(a). Por su parte, la adaptación hace referencia a todo lo que podemos hacer para que los impactos del CC nos “afecten” lo menos posible, por ejemplo medidas de prevención y control de incendios e inundaciones, diseño de ciudades que disminuyan el efecto de isla de calor, cultivos resistentes a la sequía.
De esta forma, podemos pensar al CC como un martillo que golpea al planeta: la mitigación ayuda a que el martillo sea lo más liviano posible, y la adaptación es un escudo que contribuye a que el golpe se sienta menos. Ambas partes son fundamentales, y muchas veces una misma acción puede actuar como mitigación y adaptación, como por ejemplo la forestación con especies nativas en áreas urbanas, ya que captan carbono y al mismo tiempo ayudan a regular la temperatura(1).
Las dos claves de la mitigación: Reducir Emisiones y Capturar Carbono
Sabemos que la mitigación consta de dos partes fundamentales: reducir las emisiones y capturar la mayor cantidad de dióxido de carbono posible. Esto se fundamenta en el hecho de que el calentamiento del planeta depende en última instancia de las emisiones acumuladas en la atmósfera, lo que a su vez depende de las entradas y las salidas (salidas se refiere a la captura de carbono en vegetación y océanos). Desafortunadamente, muchos de los planes de mitigación de corporaciones e inclusive países tienden a enfocarse solamente en aumentar las salidas, mediante la captura de carbono en bosques y suelos(2). El principal desafío radica en que, para alcanzar los objetivos climáticos globales y evitar un aumento de la temperatura superior a 1,5-2 grados Celsius (lo que tendría graves consecuencias), resulta imperativo reducir las emisiones, dado que no hay forma física que se pueda “compensar”(b) la gran cantidad de gases de efecto invernadero que incorporamos en la atmósfera(³).
Entendemos que el dióxido de carbono una vez emitido puede permanecer en la atmósfera de cientos a miles de años generando calentamiento, por lo que se deben aunar esfuerzos para reducir sus emisiones. En base a esto, como vimos en el newsletter anterior, anuncios de carbono neutralidad que se basan fuertemente en compensaciones no son el mejor camino a seguir. Lamentablemente, no podemos pretender que plantar árboles sea una solución permanente y suficiente al problema, por más necesario y beneficioso que resulte en muchos niveles.
A su vez, la reducción de emisiones se tiene que dar de forma rápida y acentuada. Los modelos muestran que para no superar los 1,5-2 grados C° tenemos que bajar a cero, o muy cercano a cero para el año 2050 (reducción del 90% aproximadamente comparando a valores de 2019). Además, debemos mantener e incrementar los sumideros de carbono, es decir, frenar la deforestación y restaurar ecosistemas, y desarrollar tecnologías de captura y almacenamiento de carbono a gran escala (a). No solo es importante el objetivo final de emisiones netas cero en 2050, sino también el camino para cumplir con dicho objetivo. Como se dijo anteriormente, el calentamiento depende de la cantidad de GEI acumulada en la atmósfera, por lo que no significa lo mismo continuar con las emisiones actuales hasta 2040 y luego reducir rápidamente, que reducir continuamente hasta 2050. Esto puede observarse en la siguiente imagen, donde la diferencia entre las dos curvas es el diferencial de carbono acumulado en los dos escenarios(⁴).
No es solo el destino, sino también el camino: A la izquierda se observa una reducción de emisiones continua desde ahora hasta 2050, mientras que a la derecha la reducción recién comienza en la última década. La cantidad de GEI que quedan en la atmósfera, y por lo tanto el calentamiento global, es muy diferente en cada caso .
De esta manera es necesario plantear objetivos también a corto y mediano plazo. Un punto intermedio alineado al cero neto en 2050 es reducir las emisiones entre un 43 y 50% para 2030 (en comparación con los valores de 2019)(5).
En función de lo planteado hasta ahora, una pregunta que puede surgir es ¿por qué generalmente se cae en compensaciones y etiquetas de neutralidad en lugar de buscar la reducción de emisiones? Algunas posibles respuestas a esto pueden ser que, por un lado, nos cuesta mucho pensar a largo plazo, tanto a gobiernos de turno como a organizaciones. Por otro lado, el CC es un problema sistémico, donde muchas de las soluciones no están siempre al alcance, no dependen de uno mismo o implican inversiones elevadas. A su vez, se tiende a elegir soluciones rápidas y sencillas, como la adquisición de bonos de carbono, en lugar de abordar cambios más profundos y complejos.
Para sortear estos obstáculos es necesario pensar a futuro, pero planificar y actuar a corto plazo, poniendo objetivos ambiciosos pero realistas (en relación a las capacidades instaladas). No desesperarse -ya que es un camino largo y difícil -, mostrar compromiso, informarse del tema, articular esfuerzos y demandar medidas a los gobiernos.
¿Cómo pasar a la acción? Pasos claves
A nivel corporativo, un plan de mitigación sólido y abarcativo, incluiría las siguientes etapas:
- Conocer dónde nos encontramos posicionados. Como primer paso es necesario medir la huella de carbono corporativa, El resultado de su análisis entrega una foto de las emisiones de GEI y sus fuentes, tanto directas como indirectas, y crea una base sólida para realizar el plan a futuro.
- Elaborar un plan de reducción de emisiones, alineado a los compromisos globales, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Para esto se encuentran diferentes metodologías, una de las más adecuadas y validadas es Science Based Targets.
- Reducir las emisiones al máximo posible de manera anual, haciendo sinergia con proveedores, clientes y autoridades para trabajar sobre las emisiones indirectas, aguas arribas y aguas abajo.
Algunas acciones a nivel corporativo que podrían aplicarse con alto potencial de mitigación son: incorporar energías renovables, aumentar la eficiencia energética, incentivar transporte bajo en emisiones entre colaboradores, eficientizar la logística de transporte, reducir consumos innecesarios y mejorar la gestión de residuos.
- Realizar contribuciones climáticas, por ejemplo, en proyectos de restauración ecológica, sabiendo que esto no neutraliza las emisiones. Hacerlo porque es lo correcto, porque genera beneficios en la empresa, la comunidad y el ecosistema. Esta acción se puede plantear para aquellas emisiones que no lograron reducirse luego de un esfuerzo genuino, emisiones indirectas, o para emisiones históricas de años anteriores, ya que el calentamiento que se experimenta hoy es consecuencia de emisiones de años y décadas pasadas.
- Comunicar las acciones y contribuciones de forma transparente.
- Sostener el esfuerzo en el tiempo y monitorear los avances, para retroalimentar el plan.
Reflexión
El camino hacia un futuro sustentable no solo implica el destino de emisiones netas cero, sino también el camino que elegimos para llegar allí. Es fundamental combinar una visión a largo plazo con una planificación y acción a corto plazo. Esto implica establecer metas ambiciosas pero alcanzables, comprometerse, informarse y tomar medidas concretas.
Desde HINS acompañamos a las organizaciones de todos los sectores en el desarrollo de estrategias integrales de sustentabilidad y acción climática, que las ayuden a alinearse a los objetivos climáticos globales y sectoriales y, a su vez, ejecuten planes de mitigación robustos, alcanzables y comprometidos.
Glosario
- Sumideros de carbono hace referencia a aquellos elementos de la naturaleza con la capacidad de capturar CO2 de la atmósfera, como la vegetación y los océanos. Por otro lado, también se encuentran mecanismos tecnológicos de captura y almacenamiento de carbono, pero su importancia a futuro aún está muy discutida ya que actualmente tienen muy poco desarrollo y un costo muy elevado.
- La compensación en este contexto se refiere a la adquisición de bonos de carbono, generados mediante proyectos de reducción de emisiones o de captura de carbono con el fin de neutralizar emisiones propias.
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- https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-3/
- https://globalecoguy.org/the-world-needs-better-climate-pledges-4c3d969790d3
- https://www.wri.org/insights/net-zero-ghg-emissions-questions-answered
- https://www.sustainabilitybynumbers.com/p/net-zero-delay
- https://www.wri.org/insights/2023-ipcc-ar6-synthesis-report-climate-change-findings
- https://www.wri.org/insights/net-zero-ghg-emissions-questions-answered