En el marco de la COP27 (Conferencia de las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático), Argentina presentó oficialmente su Plan Nacional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático (PNAMCC) y su Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo (LTS).
Ambos documentos conforman la hoja de ruta del país para guiar la política climática nacional y sectorial hacia 2030 y 2050. Estos instrumentos son fundamentales para la transición hacia modelos de desarrollo bajo en emisiones, que nos permitan cumplir con el objetivo global de no superar los 1.5ºC de aumento de la temperatura.
La Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo formaliza los compromisos asumidos por Argentina respecto a alcanzar la carbono neutralidad hacia el año 2050.
Por su parte, el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático al 2030, detalla los medios y acciones que el país llevará adelante para alcanzar las metas de adaptación y mitigación planteadas en su Segunda NDC (Contribución Determinada a Nivel Nacional) y su actualización.
El documento sintetiza las políticas del país para limitar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y generar respuestas coordinadas que adapten a los territorios, ecosistemas, sectores y comunidades vulnerables frente a los impactos del cambio climático (Argentina, 2022).
El mismo está compuesto por 250 medidas de adaptación y mitigación del cambio climático, 6 líneas estratégicas y 4 enfoques transversales.
Líneas estratégicas:
Transición energética, donde se promueve tanto la eficiencia energética como la transformación hacia una matriz más limpia y resiliente.
Transición productiva, con medidas para desarrollar cadenas de valor nacionales, fomentar la economía circular, vincular la gestión del riesgo climático a la planificación productiva e impulsar la innovación de procesos.
Movilidad sostenible, donde se presentan medidas para adaptar la infraestructura y operación del transporte ante el cambio climático, planificar la movilidad urbana, hacer un uso eficiente de la energía y contribuir al reemplazo progresivo de los combustibles fósiles.
Territorios sostenibles y resilientes, que incluye acciones para fortalecer la sostenibilidad de la vivienda y la resiliencia de la infraestructura, prevenir eventos extremos y mejorar las herramientas de gestión de residuos y efluentes.
Conservación de la biodiversidad y bienes comunes, con medidas para fortalecer el rol de los ecosistemas en la mitigación y absorción de gases de efecto invernadero, hacer un Ordenamiento Ambiental del Territorio y restaurar y conservar ecosistemas.
Gestión sostenible de los sistemas alimentarios y bosques, que incluye medidas para promover la conservación de suelos, impulsar el uso sostenible de los bosques nativos, aumentar la diversificación y eficiencia productiva y gestionar los riesgos climáticos agroforestales y pesqueros.
Argentina, 2022
Enfoques transversales:
Género y Diversidades | Gestión integral del riesgo | Salud | Transición laboral justa